Vías de contaminación de los alimentos


Los alimentos pueden ser conductores de muchas enfermedades, por características propias del mismo, pero la razón principal, se debe a un agente externo (microorganismo o sustancia tóxica) que se introduce en el alimento y da lugar a su contaminación.
Un agente bacteriano muy común, y que está relacionado con la mayoría de las toxiinfecciones alimentarias es la Salmonella (para más información sobre este tema, podéis visitar nuestro artículo aquí: http://dietandday.blogspot.com/p/10.html )

Sin lugar a dudas, la higiene alimentaria es un factor fundamental para evitar dichas contaminaciones y es de vital importancia para reducir las enfermedades que se pueden transmitir por los alimentos, por lo que se aconseja la formación de los manipuladores, ya que la educación sanitaria de las personas es eficaz para prevenir la transmisión de estas enfermedades.

Durante el periodo de manipulación, el alimento puede ser contaminado por diversos tipos de peligros: físicos, químicos y biológicos.

Los peligros físicos (un golpe, la rotura de una cáscara etc) son aquellos que se producen de forma accidental a los alimentos o por un descuido en el almacenamiento, elaboración, transporte, consumo…a través de diversos medios como pueden ser los insectos o roedores, que pueden comer los alimentos mal almacenados, dejar restos de pelo… y suelen acompañarse de gérmenes que pueden producir enfermedades en el hombre.
Del medio ambiente pueden llegar trozos de vidrio, piedras a los alimentos; el propio manipulador puede introducir restos de uñas, pelo…

Los peligros químicos pueden ser de diversos tipos: aquellos relacionados con productos agroquímicos como herbicidas, pesticidas, insecticidas…Algunos utensilios y vajillas pueden contener un tipo de esmalte con gran cantidad de plomo, por lo que es aconsejable que se utilicen aquellos que no posean un esmalte perjudicial.
Al igual que en los peligros físicos, los manipuladores también pueden contaminar los alimentos mediante el uso de pulseras, anillos, relojes, que pueden desprender algún metal tóxico por calentamiento.
Es importante tener en cuenta que los productos de limpieza pueden ser otro foco de contaminación química. Es necesario mantenerlos almacenados lejos de los alimentos y aclarar correctamente los restos de estos productos.

Los peligros biológicos son aquellos que se producen por bacterias, hongos, virus o parásitos de forma directa, es decir, a través del manipulador, que puede contener gran cantidad de gérmenes que contamine los alimentos; o de forma indirecta, es decir, producida por insectos, agua, tierra, polvo, basura y utensilios.
El agua que se use debe ser potable, deben evitarse las corrientes de aire sobre los alimentos, ya que el polvo y la tierra son portadores de gérmenes, al igual que los utensilios.
Por último, la basura debe estar tapada y apartada de la comida para evitar la contaminación. Es conveniente almacenar y eliminar los residuos de forma adecuada, separando los restos orgánicos de los demás residuos y en los contenedores adecuados.